26 ago 2010

Algunas cavilaciones desde mi Limbo Stage.

Después de algunos días pensando acerca de lo que debo escribir, no he llegado a algo claro. En estos momentos, me encuentro viviendo una etapa de mi vida que solo puedo etiquetar como: VACACIONES ó Limbo Stage, dirían algunos.

Hacía mucho que no tenía vacaciones. Los afanes de la vida me habían hecho olvidar lo importante que es descansar. Hoy por hoy, creo que esto me ha ayudado a reevaluar algunas cosas en mi vida, como mi salud, mi alimentación, hasta mis amistades, porque es en la soledad en donde puedes mirarte a ti mismo sin ningún tipo de máscaras y donde ves a los demás con claridad.

En este tiempo, he entendido que algunos malos hábitos pueden hacer guarida en nuestra vida. Esto lo digo porque nos habituamos a depender de algunas circunstancias, de algunas personas, hasta de algunos recuerdos.

Pronto comenzaré mi nueva vida en otro país y aunque sé que en muchos aspectos, no estoy preparada, me emociona la idea de comenzar a crecer de verdad y poder defenderme por mí misma. Es claro que el ser humano nunca está preparado para estar solo. Quizá esa sea la razón por la cual Dios creó a  nosotras, las mujeres, en vista que el hombre sentía una soledad infinita. 

En mi caso, he pasado largos momentos de soledad. Desde mi niñez hasta  hoy,  han ido y venido estos momentos. Sin embargo, no puedo negar que ahora estoy acostumbrada a los demás y que el hecho de no tener a nadie, simplemente me atemoriza. Este temor muere con el hecho de comenzar nuevas aventuras y de conocer nuevos lugares. Puedo confesar que aunque no he pisado México, ya me enamoré de ese país. 

Hoy, también pienso con claridad que los últimos sufrimientos que tuve, fueron definitivamente para madurar.  Finalmente, ya no sufro por un amor sin sentido, mi corazón ha sanado rapidamente y ha comenzado a  experimentar una nueva ilusión. Esta vez, al parecer correspondida, sin tormentos, sin problemas. Es definitivo que cuando cierras un capítulo de tu vida, se abren otros mejores.