16 nov 2010

Mi primer bus en México.

Hoy camino a mi casa, recordé la primera vez que monté un bus sola en Cartagena. Definitivamente, vinieron a mi mente todas las recomendaciones dadas por mi señora madre, para que mi viaje en bus, fuese un éxito. Hoy me encuentro en México, reviviendo mis años de adolescencia porque no sé ir sola a ningún lado. Quizás este sea el precio que hay que pagar por irse a otro país a vivir una nueva vida.

Aunque muchas cosas son iguales, todo me es diferente. Hasta el aire me huele diferente. En estos 3 días estando lejos de mi casa, he tenido la sensación de que algo de mí se quedó en el Aeropuerto Rafael Nuñéz, algo se quedó secando las lágrimas de mi mamá, tengo la teoría que fue mi sonrisa al decir un hasta pronto. De las cosas que tengo claras, es que en Colombia, dejé la parte de mí que era dependiente a los demás.

Aunque mis palabras tenga un toque de melancolía, estoy muy feliz de estar en las tierras del Tequila. Siento que es el comienzo de nuevas cosas, de hecho ya lo está siento. Me siento un poco más valiente de lo normal, he dejado la cobardía de lado para poder enfrentarme al mundo, aunque sea un mundo cruel, es finalmente el sito donde vivimos y donde podemos autodescubrirnos.

Hoy es mi primer día en el Periódico, oficialmente, comienzo mi vida de periodista. Los que me conocen y que estudiaron conmigo, pueden dar fe que nunca me gustó escribir en la Universidad. De hecho, creo que nunca fuí buena en eso, o por lo menos, no me destaqué en nada que tuviese que ver con la escritura, salvo que por fortuna, siempre he tenido una ortografía impecable. Esperemos no defraudar a nadie y dar la talla.

14 nov 2010

¡México!

Decir adiós es realmente difícil. Hoy lo pude reconfirmar, porque es mi primer día oficialmente lejos de casa. Hoy comenzó una aventura llamada “Exchange”. Nunca comprendí el significado que tiene una despedida, ya que en muchas ocasiones, le huí a ese tipo de actividades porque no soy del tipo de persona que le gusta que los demás le digan lo feliz que están por uno, mientras que en el fondo, quisieran que no estuvieses partiendo. Simplemente, no me gusta.

Creo que soy demasiado cobarde como para aceptar un “hasta pronto”, sin emabrgo, creo que el que extraña se convierte en alguien valiente porque cree que “volver a ver” al que se va, es un ideal y lo defiende a toda cosa, aún si en algún momento su entorno le dice que es un hecho utópico. Ese es el momento cuando las lagrimas pierden su sentido consolador, porque no existe ningún tipo de consuelo que valga cuando hay una ausencia. Sólo el olvido comienza a ejercer un papel protagónico en todo esto.

Hoy estoy en México, viendo cumplirse mi deseo de noviembre y viviendo ese nuevo comienzo que tanto esperaba, lleno de tantos retos personales y profesionales. Quiero conocer esta maravillosa cultura que desde niña veía en las novelas mexicanas y que siempre me llamó la atención por tener tantas costumbres y por ser tan variada.

Afortunadamente, tengo la mejor impresión de este hermosos país, debido a que todos los mexicanos que he encontrado han sido amables conmigo. Desde el Aeropuerto hasta las personas con las que vivo, lo han sido. A diferencia de lo que me sucedió en el Aeropuerto en Bogotá, ya que me hicieron revisar muchas veces las maletas y hasta me pasaron dos veces por rayos X, según y que porque los perros olieron algo raro.

Por el momento, me toca acostumbrarme al estilo de vida, a la comida, a manejar la moneda y saber tomar el camión sola. He regresado a los 12 años, cuando estaban aprendiendo a defenderme sola en Cartagena, es demasiado chistoso, sé que me esperan unas cuantas perdidas. 

Pronto mayor información, además de unas foticos para que conozcan Córdoba.