11 ene 2012

Reflexionando un poco con Saramago

Leer a Saramago ha sido toda una experiencia. Creer que vemos la realidad es la mentira más creída de la historia. Somos víctimas de los gobiernos que manipulan para hacer más pobres a los que ya lo son, y por supuesto enriquecer a ricos. Y qué decir de todas las mentiras que nos dicen los medios. En serio. Vivimos engañados. Puedo verlo día a día en el lugar donde paso más de las horas que tengo para dormir.
Siempre primará la intención de tener dinero a costa de la ceguera de otros. Vemos lo que queremos, nunca cuestionamos lo que nos rodea. Aún no sé si se puede llamar resignación quedarse con toda esta basura sin sentido.
En mis tiempos de universidad, creí que si llegaba a trabajar en un lugar donde prevalecería la intención de alguien antes que el compromiso real con quienes nos leen, sería la muerte. Hoy me siento en un limbo. A pesar de que sé que puedo ayudar a muchos, soy alguien más del montón. Ciega también al fin y al cabo. 
Nunca pensé que llegaría el momento de tener que pensar en mi ética periodística. No dejo de pensar en las palabras objetividad y veracidad, siempre rondan mi mente cuando veo todas las planas pagadas por políticos que se aprovechan de la necesidad de los demás. Saramago tiene razón. Vivimos ciegos.
Aún creo, aunque sea sola. Podemos más quienes pueden lograr el cambio y la diferencia. Muchos consideran importante tener los bolsillos llenos, que tener la conciencia llena de motivos para seguir. Yo no. Se acerca el momento de deslindarme de toda esta mentira. Sigo pensando en la libertad de pensamiento y en la posibilidad de ser transparentes. Quizá Saramago nunca sabrá lo que su obra ha hecho en mí, de eso estoy segura. Tenemos una gran responsabilidad como quienes "vemos" un poco la luz, en medio de un mundo de ciegos.
Lo aprendí esta semana de alguien que dejó de ser manipulado por creer en la posibilidad de un periodismo diferente. Me hizo despertar un poco de esta ceguera. A esa persona, gracias por la oportunidad de hacer algo verdadero, seguiremos con la lucha de seguir despiertos en este Mundo, mientras se pueda… Debiéndonos a la razón por la cual escribimos a diario: El lector.