25 feb 2014

Mi primera vez en los cielos


Los nervios se hicieron presentes y la adrenalina estaba a todo lo que da. Era momento de enfrentar todos los miedos y poder disfrutar de una de las experiencias más anheladas por los seres humanos: volar.
Esto lo pude sentir al vivir mi primer vuelo en parapente, durante el ‘Festival del Globo 2014’ en este municipio.
Con público que me animaba a no desistir de la oportunidad, entendí que quienes practican este deporte se convierten en una familia. Todos se apoyan y cuando alguien tiene una ‘mala’ caída, ahí están para ayudar “al compañero que cayó mal”.
“No tienes nada que preocuparte, es muy seguro”, decía mi instructor Salvador mientras me preparaba y aseguraba el equipo para no tener inconvenientes en el aire. “Estoy seguro que te encantará”, dijo. Yo sólo podría pensar en abrazar el cielo.
Llegó el momento se salir. Abrí mis piernas a la altura de mis hombros y corrí al vacío luego de que me dieran la instrucción. Ahí estaba. El paisaje, el aire y yo. “No existe nada que supere esto”, pensé.
Pude ver en todo su esplendor a Fortín y sus alrededores. Pude distinguir la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, el puente del Metlac, la unidad deportiva ‘Eliezer Morales’, entre otros lugares. Todo me fue tan familiar. El aire que golpeaba mi rostro, me hacía entender que era real, un momento que quizá no volverá pero que quedará presente en mi memoria.
El tiempo pasó pronto y mis 20 minutos en el aire llegaron a su fin. Alcé mis piernas para no lastimarme y volví a tocar tierra. Ahí vinieron los abrazos de quienes me recibieron como uno de ellos: los parapentistas que viven su vida al máximo y que volar los alienta a seguir.